Y fluye la energía desde nosotros.
Porque como seres vivos somos energía que es movimiento indetenible.
Fluye como una corriente hacia la dirección a donde apuntemos.
Si no comprendemos nuestra energía, sólo sentiremos urgencia de liberarla.
No podemos detener la vida mientras esperamos a comprenderla.
Hemos de sobreponernos a la sensación de urgencia para aclarar nuestra comprensión.
Nuestra comprensión nos da la habilidad de manejar la energía.
Nuestra intención en cómo manejarla le da la forma y los colores en que ella se expresa en el mundo.
La claridad con que vemos el mundo le da sentido a esa intención en el contexto en que vivimos.
Somos responsables de lo que fluye desde nosotros.
Somos vida indetenible.
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