Un camino

No hay otro camino más que el que pisan nuestros pies.

Pero, ¿adónde iremos, hacia dónde es avanzar?

Eso no importa. Estamos aquí.

Estamos solo donde pisan nuestros pies, así que no podemos perdernos hacia ningún camino engañoso. Por más que el mareo distraiga, seguimos aquí. Seguimos en el camino correcto.

Y sí, nos olvidaremos de la vida para introyectarnos en la historia de la vida.

Sí, justo en donde estamos experimentaremos el extravío y la soledad, el frío y la miseria.

Así se siente estar aquí ahora.

Estar aquí se siente tal como este aquí comunica su sentir.

Un canto a la luna, un homenaje al sol. Una mirada juguetona a las mariposas, un asombro al mundo de hoy.

Así se siente estar aquí y ahora, mientras hace frío y soledad.

Podemos dejarnos arrastrar por las sinuosidades engañosas del mundo, pero todavía seguimos aquí.

Avanzamos hacia adentro. No necesitamos pies, ni siquiera caminos. Nada está determinado si dejamos a los pies volar.

Pero también, solo existe este camino, solo tenemos estos pies, que avanzan sin parar hacia donde les digamos que es adelante.

Podemos volar, solo sabiendo que estamos aquí.

Podemos tocar a la luna siendo el sol, jugar con las mariposas asombrados del mundo de hoy.

Todo está incluido aquí, en un único camino.