Somos uno, un universo, un ser.
Pero también tú eres uno, tu universo, tu ser.
Como persona, tú tienes formas y colores particulares.
Tú eres tu personalidad, tu ego, tu mente, tus creencias, tus defectos.
Pero también tú eres todo lo demás.
Tú eres el potencial de todo lo que tú quieres ser.
Ven y mírate qué estás siendo.
En ti está la semilla de la alegría floreciendo.
Como persona, tú eres la búsqueda de los aromas y los colores.
Ven y mírate cómo de tus espinas se abren pétalos de bendiciones.
Contempla esta complejidad hermosa que somos.
Recuerda la simpleza magnánima que tú eres.
Y en este juego de ser persona, ámate.
Nada es más importante que tú.
Tú, el uno, el universo, el ser.
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