Resuenan mil melodías.
Algunas alegres, rimbombantes, danzarinas. Otras oscuras, salvajes, engorrosas.
Unas azules, otras marrones. Unas verdes, otras grises. Unas sonrientes, otras llorosas.
Aquí uno escucha la música que viaja a través de este mundo.
Uno escucha. A veces concentrado, a veces distraído. A veces ajeno, a veces dejándose llevar.
Uno aquí escucha.
Y las mil melodías solamente resuenan, y uno solamente aquí escucha.
Así la música cuenta mil historias y uno las escucha.
Así entonces las melodías resuenan como mil realidades, y uno las percibe.
Y el mundo así toma forma, compuesto de mil melodías.
Y uno aquí escucha al mundo.
Y el mundo solamente resuena, y uno solamente aquí percibe.
Sea como sea el mundo, uno solamente aquí escucha.
Bienvenidas, mil melodías.
He aquí uno que las escucha.
No Responses