No hay mañana, no hay ayer.

No hay mañana, no hay ayer.

No hay creencia, no hay consuelo.

No hay justicia, no hay razón.

No hay pertenencia, no hay limitación.

¿A qué me aferro? ¿Por qué lucho?

La impermanencia gobierna este mundo.

Todo es mentira.

Nada es verdad.

Toda experiencia se desvanece.

Todo conocimiento muere.

Todo forma se esfuma.

Todo vuelve a la nada que es.

Solo el silencio permanece, pues nunca vino.

Solo la conciencia continúa, pues es nada.

Solo la paz existe, pues es de nadie.

¿Qué queda, sino solo agradecer?

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