Mírame, fuerza que se nutre de la noche del alma. Ángel que ha caído desgreñado a la inestabilidad de la vanidad, pon en mí tu atención. Escúchame, rutinaria víctima de locos azares. Desnúdate, cúmulo de impulsos que ciegan. Tengo un mensaje para ti.
Quiero ofrecerte sincero todo el amor de mi ser. Quiero pactar contigo la tregua en mi vida. Paz, blanca paz, paz multicolor, paz cristalina. Nada tengo ya en contra de tu turbia naturaleza. Nada opongo hacia tu egoica agresividad. Eres la sombra de mis fauces, el vástago de mis acciones, el fruto de mis andares. En mí encontrarás a un padre que nunca te abandona.
He aquí una espalda en la que te puedes apoyar. He aquí un faro que te puede guiar. Y aquí mi pecho en donde puedes habitar. Hazte uno con mi consciencia. Sé uno con mi mirada. Mi querido sr Hyde, fúndete con mi dr Jekyll.
Ven a mí, odio que me envenena. Porque el amor que me da vida te abraza en su candidez. El amor que yo soy te incluye sin requisitos. El amor que lo es todo te bendice. El amor que tú también eres te alaba.
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