Mira cómo brilla.
Cada rayo de su luz va dirigido con propósito.
La dulce inocencia de su resplandor sabe a perfección.
Sentimos su luz en medio de la oscuridad.
Bajo su guía, penetramos la dureza de la noche.
Bajo su constancia, aprendemos la firmeza de nuestro andar.
Deslumbra en el cielo el astro de nuestro pecho.
Por entre las tinieblas abrimos los ojos.
Siempre es nuevo unl mundo que se le mira bien.
No hay tinieblas, todo es multicolor.
Convergemos en este paraíso iluminado.
Nuestras miradas se encuentran.
Sonreímos.
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