Mientras tanto, los cielos abismales se abrieron…

Mientras tanto, los cielos abismales se abrieron abarcando la completa circunferencia de mi percepción. Estallaron las trompetas y los violines en cánticos que glorifican las magnitudes infinitas del valor de la humildad.

Absorto, pregunté: ¿Quién soy yo? Y la inmensidad divina me responde a través de bendiciones que me colman desbordante de un sentir sin nombre, tiempo ni limitaciones. Lejano significa aquí.

En esta tierra aposento mi reino por sobre las fugaces inestabilidades de mis caprichos egoicos. Mi dominio abarca los horizontes, las serranías y las estepas. Todo lo que existe es una oportunidad para enaltecer el amor que no es mío y por eso lo doy.

Gracias, grandiosa vida, por nacer en un pequeño yo que mira y te ve.

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