Lucha, digno guerrero. Levanta tu espada y entona tu regio rugido. Que el Universo escuche la fuerza de tu coraje y la Tierra tiemble con el poder de tu voluntad. ¿Quién detendrá la potestad de tu pecho hinchado de inflexible decisión?
Aquí está tu acérrimo enemigo. Enfréntale sin temor. No es alguien: Nadie, piense como piense y haga lo que haga, podrá tocarte. No es algo: Que venga la situación que venga, tú serás el protagonista. No eres siquiera tú mismo: Lo que tú eres, lo serás por ti y para ti.
Ven y vence: El monstruo que te reduce es ese quejido de lástima con que agredes tu alegría, las lágrimas de sopor con que malgastas tus días, la mirada de desánimo con que niegas tu brillo. Ven y surge: Que no te dominen las ganas de ser dominado. Ven y renace: La belleza de la vida depende de la disciplina de tus garras. Ven y conquista: No dudes nunca que este mundo es todo tuyo.
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