Iba a pensármela por un tiempo.
Pero me acordé que no hay tiempo para dar más vueltas.
Iba a ofenderme con quien me agredió.
Pero me acordé que fui yo mismo quien se dio por agredido.
Iba a suspirar por mis sueños cabizbajo.
Pero me acordé que levantándome con voluntad los puedo alcanzar.
Iba a decir que me arrepiento y que lo siento.
Pero me acordé que lo que siento es sólo ganas de crecer.
Iba a llorar y lamentarme contra un muro desolado.
Pero me acordé de tu sonrisa y quise sonreir.
Iba a escribirte un verso sobre lo que iba a hacer.
Pero me acordé que mi cantar dedica su corazón al brillo de tu ser.
No Responses