Entretensión

A veces voy y a veces vengo. A veces cabeceo y otras me espabilo. Unas veces sonrío, algunas más me siento en mi profundidad.

Y es tal la oscilación, que a veces oscilo y a veces permanezco en la firmeza total del Ser en su autoridad divina.

Y sin embargo, avanzo.

Atrás quedaron esos recuerdos de caminos oscuros y angustiosos. Lejos están las mazmorras y los pantanos de los que nunca creí salir. Y más aun, ya no conozco aquel que decidió caminar un día por aquellos destinos eternos.

Aunque a veces cierro los ojos y estoy ahí, rodeado de hienas engordando de mis miedos. Y la luna se oscurece para volver a apagar el brillo de mi mirada. Pero otras veces me concentro y estoy aquí, acompañado de mis amados, sonriéndole mi piel al sol de verano que a veces deja llover sobre los sembrados.

Aún así, avanzo.

Me impulsa la fé de mi corazón, un fuego inextingible cuya voluntad es sentir la totalidad de la vida.

Adelante está la esperanza, que no guía, pero que da aliento a mi espíritu que guía.

En medio de la dualidad, sudo cada paso para que ambos pies se unan en un solo vuelo. Inhalando y exhalando, una sola respiración enciende la luz de mi camino.

Sea de día o de noche, una presencia es constante y nunca se confude. Estoy aquí.