El peso del mundo te hala hacia la locura.

El peso del mundo te hala hacia la locura.

La debilidad te entrega al tiritar de dientes.

La pereza ofusca la ya nublada noche.

De ti, la desesperación te sacude los cimientos.

Se levanta de ti una pregunta.

Crece de ti una urgencia acuciante.

Ya te cansaste de descansar.

Atiendes un llamado que a nadie llama.

Aguzas la atención a lo más silencioso.

Vienes a sondear la verdadera realidad.

En el infinito no puedes perderte.

Tú eres la divina esencia que mueve al mundo.

Vibra tu vigor al ritmo de una fugaz danza.

¡Cuánta presencia exige el sentirlo todo!

Cada cosa en su lugar, todo es sencillo.

Una vez más, la puerta se abre para siempre.

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