Detente, caminante

La inteligencia del ser humano no está en sus acciones..

Cuando un caminante camina, suele poner la atención en su avanzar. Así que, tropieza.

Poco sabido es, que un caminante puede también detenerse.

Mira el sitio en el que está, estudia el lugar que cree estar, escucha el avanzar frente a su atención. Así pues, acierta.

Y es que, el detenerse no es cuestión de no caminar.

Detenerse no conlleva acción, por tanto, gasto de tiempo. El caminar sigue ocurriendo a través de la línea de tiempo, mientras la inacción ocurre en ningún espacio temporal.

Lo que es, ya es.

Sin embargo, para la atención del caminante, el no tiempo ocurre antes del transcurrir del tiempo. Cuando un caminante avanza, es porque ya estuvo detenido. Pero también, detenerse ocurre mientras se avanza.

La inteligencia del caminante que no quiere tropezar consiste en su habilidad de detenerse antes de cada movimiento en su accionar.

Pero como la no acción ya está ocurriendo, la inteligencia es poner la atención ella.

En la línea temporal ocurre un desarrollo de la sensibilidad, en cada intento. Las acciones de un personaje que está detenido, le llevan a contemplar la eternidad. Así entonces, avanza.

Ánimos, caminante. Detente ya.

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