Creyendo que yo sabía, me negaba tercamente a aprender.

Creyendo que yo sabía, me negaba tercamente a aprender.

Creyendo que yo veía, atropellaba todo en mi contorno sin mirar.

Creyendo que yo amaba, daba a todos de mí sin amar lo que daba.

Creyendo que yo estaba del lado correcto, hacía la totalidad a un lado.

Creyendo que yo estaba preparado, olvidaba poner atención a mi ignorancia.

Creyendo que yo había superado mis errores, no veía que, incluso ahora, los sigo cometiendo.

No Responses

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *