Camino libre

Eres libre

No importa qué tengas que hacer a veces, no importa qué tanto te presione el pecho tratando de respirar. Tu Ser es la libertad pura. Pero mira, estás caminando.

Si tal vez entraste distraídamente a un pantano, debes cruzarlo. El barro se pegará a tus pies y hará que quieras quedarte ahí sin hacer nada. Pero, ¿eres tú el que quiere quedarse ahí sin hacer nada? ¿O eres libre de disciplinar tu voluntad para enfrentar la incomodidad y sobresalir de la inclemencia? Eventualmente saldrás, pero mientras tanto estarás obligado a digerir las penurias.

¿Y si solo buscas aventuras, disfrutar del camino huyendo libremente de las espinas y las piedras? Dirás que es la mejor opción… Pero tu alma se alimenta de las espinas y tus músculos de las piedras, y la inanición te hará desfallecer de vacío, evidenciando que el hedonismo es una prisión mortal.

Pero quieres bienestar, así que al menos será buena idea no tropezar en los huecos que se te presentan. Aun así lo haces, como si las fuerzas inevitables de tu pasado te cubrieran de tinieblas sin tú saber cómo ni cuándo. Y te arrepientes mil veces, y tratas otras tantas, y te frustra vivir añorando montañas soleadas que al parecer no mereces.

Eres libre, entonces, ¿si no eres capaz de elegir tu camino? ¿Si tu forma de pensar rígida te obliga, incluso si son pensamientos de libertad? Si abres los ojos y estás donde estás, queriendo no estar donde estás.

Eres libre, aunque no quieras. Simplemente porque no eres tú el que está preso. Tú eres el Ser que está contemplando cualquier escena, puro, intocable, vacío. No eres libre porque puedes hacer lo que quieras, sino porque tú no eres el que tiene que hacerlas. Ni hacer ni querer te involucran.

¿Y eso de qué me sirve a mí, que sufro? dirás. ¿He de conformarme con la miseria de estar vivo sin haber elegido nacer? A medida que crezca una desidentificación, que dejes de importar y tus pensamientos personales pierdan validez, todo irá cambiando.

Los monstruos de la oscuridad se enfurecerán al principio, pero la luz notará su inexistencia. Las cárceles se convertirán en historias para contar en la casa del árbol cuando quieras reír. Y el silencio gobernará cualquier camino que ocurra sin pedir nada más.

Mira, hay una flor viva en tu camino.

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