Aquí aplica la disciplina.
Y al escuchar ese nombre sete arden las cabezas de rebelión.
Tu dices: Mente, cálmate.
Y la mente dice: Vete al demonio.
Tú peleando y defendiendo tu posición.
Y en tu posición te crees que la mente es alguien.
Tú estás pensando.
Tú.
Lo que la disciplina dice es que tú eres tú.
Y tú haces lo que quieres.
No tienes por qué irrespetarte por dejarte a las ganas.
Si quieres seguir peleando, dale duro.
La mente te obedece también para esto.
Si tú te obedeces, verás que no hay nadie a quien desobedecer.
Sólo estás tú.
No Responses