“Estudiamos el instante para entender a mayor profundidad su esencia única y actuar en mejor correspondencia.
Sin profundidad, un instante puede parecerse a otro.
El aburrimiento puede justificarse, el miedo puede proyectarse.
Profundizar es atender al presente, olvidando todo lo demás.
Olvidando juzgar, creer que conocemos algún instante que nunca hemos vivido.
La mejor forma de actuar implica no conocer nada.
Sólo podemos estudiar lo desconocido.
Sólo podemos disfrutar lo desconocido.”
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