Y, sucesivamente, presentimos que la felicidad está aquí.
No la buscamos ya, sino que nos dedicamos a crecer.
No para ser grandes, sino porque disfrutamos crecer.
Y entendemos mejor las sensaciones que siempre nos agobiaron.
Y estamos más atentos a los impulsos que siempre nos empujaron.
No nos oponernos a ningún concepto, sociedad ni regla.
No defendemos ninguna libertad, visión o excusa.
No nos dejamos llevar por ninguna emoción, éxtasis o filosofía.
Aquí, en paz, respiramos como respira un ser en paz.
Aquí, centrados, lo amamos y lo respetamos todo.
Aquí, somos.
No Responses