Heme aquí, estudiando este instante.
Mirando el ocurrir de esta vida en este mundo.
El juego de la existencia está llamando mi turno.
Heme aquí, participando en este juego, existiendo.
Mirando cómo he aquí me he involucrado creyéndome el juego.
Mortificado por sus vaivenes, sus luchas y sus búsquedas.
Tan obsesionado por ganar que no sé qué pensar ni qué hacer.
Heme aquí, siendo testigo trascendental de todo esto.
Sólo siendo, sólo existiendo, sólo observando.
Siempre soy, sin importar en absoluto qué yo piense o haga.
Testigo imparcial de los vaivenes, luchas y búsquedas.
He aquí una paz de sólo ser, sabiendo que no hay nada que pensar ni que hacer.
Una paz que lo enclarece todo y todo lo trasciende.
He aquí que la paz trasciende también la misma paz de sólo ser.
He aquí que la paz trae alegría a este juego.
Sin un porqué ganar, quiero jugarlo por el placer de jugar.
Quiero sacarle el jugo al juego.
Heme aquí pues, observando, aprendiendo a qué pensar y qué hacer.
Aquí, aprendiendo a existir.
Jugando el juego, pero también sólo siendo, pero tambien jugando.
Heme aquí, estudiando.
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