Este sol es eterno.
Por entre tantas nubes, un corazón siempre brilla.
Dedica su luz en homenaje a sí mismo.
Y desde sí mismo ilumina.
Con su querer, lo toca todo.
Con su confiar, no agarra nada.
Sólo dar, sólo agradecer.
Nunca se detiene a pensar.
Por entre tantos pensares, él siempre brilla.
Por entre tantos espejos, él siempre es.
Nunca le pide luz a un espejo.
Sólo dar, sólo existir.
Un existir eterno.
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