No sé, reconozco que no sé.
No conozco nada de la vida.
Me es insondable este misterio.
Todo mi hablar es ficción.
Pero me estudio a mí.
A mí me observo.
Y no llego a saber quién soy.
Pero puedo ver qué sale de mí.
Observo mi actitud.
Y observo que mi vida responde a ella.
Y observo que en ella tengo elección.
Que en mí nace ímpetu y calor.
Que se eleva mi voluntad y mi fuerza.
Que crezco por sobre mis pensares y mis impulsos.
Que decido por sobre mis sensaciones y mis flojeras.
Observo que puedo levantarme y sonreír.
Y aunque no sé nada, decido.
Decido ser feliz.
No Responses