Viene la disciplina a rescatarme.
Porque voy de un lado a otro, borracho, sin orden, sin base. Me siento atraído hacia allá, buscando halagar mi irreflexión, hasta que cansado me vuelco hacia por otro allá, buscando llenar el vacío que me turba. De una necesidad a otra, de un placer a otro. Libertinaje, represión. Diversión, seriedad. Materialismo, espiritualidad…
Disciplina es darme cuenta de que, entre todo lo que pasa, solamente estoy mareado. Que la sensación de dos vacíos halando y dos incongruencias repeliendo, puede dominarse. Que puedo, entre todo lo que vivo, mantenerme de pie en el centro.
Vengo a rescatar mi disciplina.
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