Primero entro al fondo del asunto.

Primero entro al fondo del asunto. En el último crakra duerme la serpiente soñando con un lugar hacia donde subir. Atravesando desviaciones llego al centro de la raíz. Ante mí una semilla de vida que busca supervivencia y porvenir. Una estela rosácea de energía viva y creciente.

Concentrándome en el foco de mis más profundos suspiros paso de los estímulos que intentan hundir el barco, navego a flote de un piso seguro. Observo el brillo de mi ser que enciende la chispa que crece como samán por mi espalda. Me enderezo firme sabiendo abrirme a la tierra. La respiración es plena y sin titubeos. Una corriente empieza a horadar las estacas.

Aquí presente contemplo el torrente de amor que me eleva al cielo. Dejo de temblar ante el frío de algún alma oscura. El cuerpo se relaja libre de las culpas, permitiendo la lluvia rociar sin resguardo. Íntegro observador de la energía viva crecer. No quiero olvidar mis penas pero no me apena el olvidar.

Cada destello es nuevo e irrepetible, el mundo nunca pierde su sabor. En las alturas de la paz el amor se goza más que un volcán aromatizando. En el trono del Hombre está la aceptación de todo.

Confío en mi despertar, sin excusas ni debilidades. Atento a las trampas de mi cansancio. E inevitablemente, la vida continúa.

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