Mientras voy renunciando a permitir que me impresionen mis dolencias…

Mientras voy renunciando a permitir que me impresionen mis dolencias, voy abriendo mi atención a discernir los colores que despliega el mundo. Mis juzgamientos hablaban de mis miedos, mas confundían todo con blanco y todo con negro, viendo sólo el negro de mis párpados. Quién eres, realidad?

Mientras más detallo diferencias entre una chispa y otra, más reconozco su unidad. Vengan a mí los ángeles y vengan a mí los demonios. Vengan a mí los seres que aman y vengan a mí los seres que asesinan. Venga a mí el perdón incondicional. Porque mi alabanza al amor no excluye ni al cojo ni al caído.

Mientras el silencio se produce el centro de mi oración, la claridad de ver me regala un amanecer que no esconde ni disimula nada. En la vida, ni aun la muerte es de temer. Ambas, atravesado el velo de mi confusión, asoman su faz confesándome en complicidad su más intimo secreto para conquistar la verdad: conocer la humildad.

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