¿Cuándo me olvidé? No me acuerdo.
¿Cuándo comencé a luchar, si yo siempre he sido la paz?
¿Cuándo perdí la cordura, si yo siempre me perseguí?
Porque hubo un día en que dije: Descansaré.
Hubo una ocasión en que me dormí.
Entré a la oscura cueva dominado por mi flojera.
Dios, ayúdame, dije, bajo las tinieblas.
Le necesité por todas partes.
Busqué, le inventé, le inquirí.
La sombra de la noche que me cubría fue la pesadilla que yo soñaba.
Hasta que, en un son de colores, amanece.
El sol calienta mi rostro por la ventana.
Dios abre los ojos y respira silencioso.
El corazón late, los labios sonríen y resuena una canción.
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