A las palabras se la lleva el viento.

A las palabras se la lleva el viento.

Pero, ¿no es el viento parte de ti?

¿No es todo un solo todo?

¿No dan forma tus huellas a la tierra que pisas?

Y el viento vuelve a ti, pues es travieso.

Y las palabras te cuentan el efecto que provocaron en su viaje.

Conoces entonces tu gran poder, tan descuidado.

Encuentras que la mejor opción es siempre el silencio.

Al silencio, ¿algo acaso se lo podrá llevar?

No Responses

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *