Dime tú, ¡oh, Dios! ¿Dónde estás?

Dime tú, ¡oh, Dios! ¿Dónde estás?

Te he buscado en los cielos, con temor a que me juzgues.

He creído en ti sin verte, ciego en mi creencia.

He intentado halagarte, insatisfecho yo de mí.

A donde sea que yo mire, no te hallo.

Te he dado mi fe, mi esperanza y mis desesperanzas.

Te llamo Amor y aún te sigo buscando.

Te he colocado dentro de mi corazón y aún quiero verte.

He repetido tu nombre anhelando que vengas.

“Yo Soy el que Yo Soy” recuerdo ahora que tu nombre es.

Entonces, ¿por qué sigo llamándote “Tú”?

No eres alguien allá afuera.

No eres algo guardado en una caja acá adentro.

Yo Soy Tú.

Yo, el mismo que te busca, soy Tú.

No estoy separado de ti, pues lo eres Todo.

No soy sólo parte de ti, pues solo hay un Todo.

Yo, ciego, insatisfecho y desesperanzado, soy el Océano mismo.

No hay un lugar en donde estás.

Ya nada has de decirme, ¡oh, Dios!

No Responses

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *