Que así sea

Y que sigan lloviendo sobre ti las bendiciones.

Que los vientos de cambio te sean propicios. Que las estrellas en el firmamento de tu alma sean de buena fortuna, y el sol en el centro de tu espíritu te muestre la verdad que habita en tu corazón.

Que sea largo tu camino. Aunque te caigas a veces, aunque otras veces descanses, aunque otras tantas tu cansancio rebose más. Que tu vida perdure, que brilles de salud hacia lo alto, que explosiones de alegría hacia el mundo e implosiones de paz hacia ti.

Pues el objetivo de caminar no es llegar, es caminar. El espacio en el que estás ahora es el mejor y el único espacio en que puedes estar ahora. A cada día su afán. A cada inspiración su suspiro. A cada instante su asombro.

Que tu mente se rebele de sí misma para ahora sí dedicarse a servirte, para ahora sí escuchar el silencio que habita en tu corazón. Y si el ciclo de la bienaventuranza incluye más noches que días, si bajan algunas tormentas y tus pies se llenan de polvo, que sea tuya la fortaleza de sostener el rezo sagrado que la existencia está experimentando a través de tu presencia.

Cuando de la caja de Pandora afloren todos los dolores que acumularon tus abuelas y aprendieron tu niños, y te persigan con saña a donde sea que huyas, que tengas la paciencia de no huir, pues de última ya está saliendo a felicitarte la esperanza.

Que sea soleado donde el cactus lo pida y sea fresco donde el jardín florezca de aromas y sabores. Que las praderas no te escondan sus quebradas, que los rìos te ofrezcan sus peces, que las montañas te acojan en sus faldas y los pantanos te dejen pasar, para que así siga creciendo tu espíritu a la inocencia que habita en tu corazón.

Y que abunde el amor, y que bañe la felicidad cada célula de tu intangibilidad, que sea firme el conocimiento de tu libertad, que trascienda la emoción de tus creencias y tus creencias de la emoción, que descienda a ti las medicinas y que abunde sobre todo la abundancia. Jamás necesitarás lo que no tienes, ni jamás te sobrará de lo que no eres.

Proyecto este canto a la radiante realidad desde donde el portador de luz picotea poco a poco el tapón de tu consciencia. Que el amor a la vida te lleve adonde ella quiera elevarte y la honestidad a tu muerte te centre en tu más esplendoroso potencial.

Y que siga lloviendo.

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